domingo, 22 de noviembre de 2009

Dia 43 - Madrid

Llegó el último día del viaje, todo tiene un final…

Domingo completo para dar una última vueltita por Madrid ya que el avión salía por la noche. Muchos días pasaron y ya había un poco de ganas de volver, sobre todo porque el cansancio se junta después de tanta caminata y tanto viaje. Por supuesto que sabíamos que antes del mes de estar otra vez en Argentina si nos dejaban volvíamos a Europa, hay tanto para ver que siempre queda una próxima vez.

Este día lo tomamos con tranquilidad, ya que el viaje es largo y hasta Rosario te lleva casi un día completo. Por eso solo nos movimos por los alrededores del apartamento, caminamos una vez más la Gran Vía, compramos la lotería de navidad y paseamos por la Puerta del Sol y las calles peatonales que la rodean. No tenía una muy buena opinión de Madrid de otras veces que he estado y la verdad es que me sorprendió, se convirtió en estos años en una verdadera capital europea, una ciudad cosmopolita, con gran ambiente y lugares lindos para conocer. Enhorabuena Madrid, ahora sí da gusto hacer una escala por acá.











Por la noche en Barajas la sensación era que habíamos hecho un viaje maravilloso por varios países durante muchos días.



Ahora vendrá un tiempo que pasará disfrutando la vida que tenemos y esperando el momento de volver a mediterranear.

Dia 42 - Toledo

Toledo es uno de los centros más importantes de la historia medieval española, fue capital de España hasta 1560 en que la capitalidad pasó a Madrid.

La ciudad queda bastante cerca de Madrid, a unos 40 minutos de tren y vale la pena pasar el día, ya que es muy grande y rica en historia.

Estación de trenes





Aunque para mi gusto, a la ciudad le falta el condimento de la “veracidad” que le da la gente viviendo en ella. Hoy la parte histórica de Toledo es una postal turística conservada por y para el turismo. La gente vive fuera de las murallas de la ciudad y para entrar en ella hay que subir un sinfin de escalones. Entre la entrada a la ciudad y la caminata por el entramado de callejones es bastante cansador el tema, así que hay que ir con buen calzado y con tiempo para recorrer. Como en casi todos los lugares con mucho para ver, lo más recomendable es pasar una noche en la ciudad y tomar un par de días para recorrerla bien.

Lo primero que impacta es el Puente Alcántara sobre el río Tajo.


















Una vez subidas las escalinatas de la muralla que rodea la ciudad, fuimos directamente al centro turístico de la ciudad histórica, la Plaza Zocodover



En Toledo podemos encontrar vestigios de todas las épocas en la ciudad.

Los reyes visigodos instalan su corte a mediados del siglo VI y pasó a ser la capital de España con el título de "Ciudad Real", de esta época data el castillo medieval de San Servando.





De la Época Musulmana lo más destacable es la Mezquita del Cristo de la Luz, del s.X.



En 1085 Alfonso VI reconquista Toledo y la hace capital del reino. De esta época es la Iglesia de Santo Tomé, que posee uno de los más importantes cuadros del Greco, El Entierro del Conde de Orgaz.

De estilo gótico es la Catedral, comenzada en 1226 y terminada en 1492, año del descubrimiento de América. En esta catedral se proclamarían sucesores al trono Juana la Loca y Felipe el Hermoso.







En 1560, bajo el reinado de Felipe II, la ciudad deja de ser la capital política del reino para pasar la capitalidad a Madrid.

El Alcázar





Así que toda esta historia está presente en Toledo, solo hay que recorrerla y disfrutarla.























Convento Carmelitas



Iglesia San Juan Bautista





Antes de que se hiciera de noche, volvimos a la Plaza Zocodover justo a tiempo para tomar el bus hacia la estación de tren. Antes quedó tiempo para imortalizarnos junto al padre de la lengua española

viernes, 20 de noviembre de 2009

Dia 41 - Madrid

Día de caminata a tope, salimos de mañana por Gran Vía hasta Plaza España.















Luego cruzamos hacia el Palacio Real









Nos entretuvimos un rato en la animada y linda Plaza de Oriente, disfrutando de la mañana de sol, los músicos de jazz y las fuentes.















Entramos un rato al patio del Palacio Real y a la Catedral de la Almudena



Tomamos la Calle Mayor, pasamos por algunas plazas y calles lindantes hasta la Plaza Mayor

Plaza de la Provincia, Fuente de Orfeo



Plaza de la Villa



Plaza Mayor







Nos comimos una paellita en las afueras de la Plaza y caminamos luego hasta Arco de Cuchilleros y la Plaza de Puerta Cerrada. Es muy linda toda esta zona.





Seguimos hasta la plaza Tirso de Molina y nos metimos en el barrio Lavapiés. Con un poquito de inquietud, ya que desapareció de pronto todo rastro de turistas y en cambio mucha presencia de inmigrantes. Otra vez los prejuicios, pero qué vamos a hacer, existen y somos víctimas de ellos, es mejor reconocerlo y tratar de combatirlos. Lavapiés es el barrio más multicultural de Madrid, también la antigua judería y hay muchos bares interesantes, lugares de tapeo que hay que saber dónde quedan y que algún local te lleve, para evitar problemas. Caminamos un poco más rápido que de costumbre y salimos a la Plaza Lavapiés. A cambio de no poder dominar los prejuicios no sacamos ni una foto. Así seguimos, rapidito hasta el Museo Reina Sofia y cruzamos hacia Atocha. Allí nos agarró una manifestación del campo, ¡será de dios! ¿acá también? Después dicen que somos unos perseguidos.



Estación de Atocha







Desde allí volvimos por Paseo del Prado hasta Recoletos. Pasamos frente al Museo del Prado, lo miramos un poco de paso, ya que no había intenciones ni tiempo para entrar y seguimos camino ya bastante agotados, un poco por el paso rápido de Lavapiés y la manifestación campera. Yo no daba más, de golpe me bajó todo el cansancio del viaje y mis pies se negaron a seguir, así que nos sentamos un rato largo en un banco en Recoletos a mirar la gente y a un montón de cieguitos que caminaban con unos bastones con una punta redonda que nunca habíamos visto, nos preguntamos si no serían unos nuevos que parece que son electrónicos, porque se desviaban justo antes de toparse con los objetos pero sin llegar a tocarlos. No diré que esperábamos que se cayeran a alguna de las fuentes, pero era raro ver como esquivaban el borde de la piscina y seguían tan tranquilos.



Cuando nos repusimos –cuando me repuse- entramos al barrio de Chueca, un lugar de moda en la Madrid nocturna, barrio gay, lleno de bares, restaurantes, negocios de ropa y discotecas. Mucho ambiente, gente linda, vestida a la moda, para ver y que te vean.